Huyó la nave blanca hasta el agua sin ondas, fluye el rio de la vida,
todo verano tiene su historia, puede ser que nunca fuiste mío o que nunca fui tuya,
la tormenta amaina, el viento por fin calla. Y las condenas no son eternas.
No hay mentira más cruel que decir la verdad cuando ya es demasiado tarde, soy ola solitaria, yo no sé que busco eternamente.

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