Abrí mis alas de mariposa hermosa para regalarte mi cuerpo, para que me
cobijaras, tenía frio, hambre, quise enseñarte el color del mar,
solitaria oyendo el silbido del viento con mis alas manchadas y desde el
olvido camino sobre espinas sollozando bajo la lluvia y entre las gotas
de la lluvia me caen las lagrimas del imborrable.

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