Los ojos se enfurecen y se desbordan los ríos de mi alma, no le debo
nada a nadie, me empujaron al abismo, la arena cruje bajo mis pies, solo
soy un alma vagando con esta cárcel de huesos, pequeñas olas tiran de
mí, solo estoy segura de mi locura, basta de soplar al viento, quién me
sostiene en esta vida, quién me esconde de mis errores, de mis
tropiezos, a los lejos las luces de los cargueros brillando parecen
estrellas flotando en el mar.

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