El cansancio lastima, en el crudo desierto sin renunciar va el alma
trascendiendo entre letras, me inspiras en la noble esperanza o en el
cruel desafió, ¡oh, quimera! Lo espero en el monte del olvido,, lisonjas
entre luces y rosas, hay veces que los meses son océanos, tanto
destello en la oscuridad, nada me detiene, no hay olas en el mar, hay
frio en mis manos.

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