La luna ilumina la noche, las estrellas brillan en el manto y los astros
imberbes y yo paralizada de miedo sin poder moverme, las piernas me
temblaban todo se oscureció, pasó mucho tiempo así, con eso comprendí
por qué pasan las cosas, despeinada, descalza, miro a la nada y le
pregunté a la nada, quién me ha echado esta vaina, que canto el de las
aves el momento aquel.

No hay comentarios:
Publicar un comentario