Navegante solitaria de ese viaje incansable que se llama pensamiento,
recuerdo la habitación, las cuatro paredes donde quedaron los quejidos y
suspiros de nuestra inmensa pasión, mis besos anidaron en tu cuerpo,
lentamente tu cuerpo en el mío rompe el silencio, cansada de este viaje
me acuesto a seguir soñando contigo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario