Las aves gorjeando sus algarabías, la arboleda se cimbra en el atardecer
y la noche alumbrada como el día, entre grillos, madrugada que canta
sus males, a los lejos los perros ladran, el sol se alzara en el
horizonte, habré recorrido el cielo en esos momentos que me quedo como
suspendida en la nada y sigo aquí vagando en lo que llamamos vida.

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