Mi corazón dolido, por qué disfruto más tu ausencia que tu prensecia,
las desilusiones me hicieron abrir los ojos y cerrar mi corazón, he roto
el silencio en un eco de dolor, cabizbaja y con este silencio tan
lejano a quién le importa mi desgracia, soñé, soñé, soñé.

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