El mar, la luna me sigue, mi sombra, las olas, la garza desplegó sus
alas, la flor desprendida de su tallo jamás vuelve al árbol que la dejó
caer, yo me quedé adorando al árbol que me dejó caer, el árbol se fue
secando, yo me quedé dormida, un día me despertó porque moría, olvidé al
árbol y yo volví a la vida, ya no necesitaba del árbol.

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