El dolor es un cincel que golpea al pecho, deja sangrando el corazón
para comenzar de nuevo, por eso no te asombres, porque sigo en pie,
estoy tejiendo mi nido de esperanzas, que lentas pasan las horas llenas
de nostalgias, el tiempo pasa como el agua clara, en silencio, en brisas
y vientos, aquí estoy entre la neblina y tu olvido.

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