Hubo noches que creí que me amaba, en su regazo le contaba las estrellas
una por una, quise construir un puente donde no hay río, el reloj me
sigue insultando y me ahoga en el vapor del olvido, estas lagrimas sin
dueño recorren los rincones del alma y salen silentes, humilde busco en
letras palabras no escritas, muero sin haber vivido.

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