sábado, 4 de marzo de 2017

Empañado.

Contemplo el agitado mar y el revoloteo de las gaviotas, las palmeras meciéndose al ritmo del viento, oigo el susurro del viento y voces que vienen de la lejanía, sobre un vidrio empañado escribo, contemplé en calma el paisaje oscuro de tu mirada y el silencio de nubes negras que volaban como en procesión, encendiando el recuerdo grabado en tu alma y rompían en truenos escalofriantes, que sombría es el eco de tu voz en mi memoria, tantas cosas vividas que perturban mi alma, mi tristeza está escribiendo, vacíos van quedando mis espacios para llenarlos con la consecuencias de mi mal proceder.
la tristeza disfrazada de tímidos intentos de huir. pero el miedo me paralizó.

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