El viento acaricia a las flores azules, al atardecer en el alba las
golondrinas silban dulces cantos, ya no hay otros pasos que caminen por
mis veredas, solo mi sombra camina junto a mí por las calles de mi
hastío, con asombro me embriago con los cócteles que me brinda la vida,
desde cuándo dejó el sol de brillar para la flor azul marchita.

No hay comentarios:
Publicar un comentario