Cada
lagrima demarrada me hizo mas fuerte y más fría, el tiempo indócil
acorta mi día, los momentos se desnudan sin rencores ni lamentos, voy
bordando las poesías en el cielo y las aves les va cantando, me
contemplo en el espejo, no puedo fingir que te quiero, la negra miseria
royéndome sin compasión, usted dejó de quererme y yo dejé de extrañarlo.

No hay comentarios:
Publicar un comentario