MI vida empezaba, esa tarde que te conocí con tus artes de seductor me
enamoré, me dijo, yo soy el viejo soñador y tu rosal abierto, si
pudieras borrarme con tus manos tantos recuerdos, qué culpa tiene mi
corazón de amarte creyendo tus mentiras, te regalé mi vida como una flor
y de la flor te llevaste el perfume, la flor lastimada por el viento
que se la lleva ajada llorando al arroyo.

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