Acelere el paso para espantar el frio que llevaba guardado, ahora llega
el silencio, mi silencio, las horas no cuentan, cuántos murmullos, ya
sin miedo al que dirán, camino por estas calles desiertas y pienso, me
cobijé bajo estas manos que un dia fueron mías, ya no me queman ni
siento agonía, tiempo en la mitad de la nada que busco en este sueño que
ya nadie me recuerda.

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