Voy buscando rauda por los senderos tus huellas, que ya se borraron,
solo están en los caminos de mi alma por los que transitaste con pasos
firmes, mi alma entre tristeza y soledad navega entre nieblas hasta la
eternidad y allí estaba su alma, me bajé de la barca en el puente,
brillante me encandiló, oí su voz que me dijo, ¡te amo! Cai de rodillas.

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