La vida me sacude nuevamente sin poder desenredar mis sentimientos y mis
alas quebradas sin poder volar, acurrucada en este nido le pido a la
muerte que tenga piedad de mí, la alondra me tiende la mano, pero le
digo que alce el vuelo y se olvide de mí, yo llene mi camino de abrojos y
espinas y no puedo caminar sobre ellos, Adiós.

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