Te regalé mi vida, cómo se regala una flor y te llevaste su perfume, me
alejé, silbó un pájaro y me dijo que me iba a buscar otro perfume para
que cicatrizara mi herida, volvió con otro perfume el pájaro y me dijo,
mujer no puedo penetrar ese enigma que te acongoja, el pobre pájaro
silbo y se fue porque no pude responderle, me quedé muda

No hay comentarios:
Publicar un comentario