miércoles, 14 de diciembre de 2016

Luz.

Ya apagué la luz de la espera a la que tu ausencia me condena, la esperanza como una avecilla anida en mi pecho temblando de frio. Cuándo sientas el frio punzante de la soledad recuerdame que yo estaré con la luz de la aurora del alma para darte mi calor y entregarte la avecilla que aún vive en mi pecho.

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