Una tarde, el cielo estaba hermoso, sin nubes, de repente cayó un rayo,
desde ese dia empezaron mis eclipsadas, miré el cielo a pesar de mi edad
entendí que nunca tendré paz y mi caminar hacia el calvario, más
adelante cuando crecí las viejas histéricas me vieron bonita, me cayeron
encima como hienas, dolencias del corazón que plasmo en el papel en
blanco.

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