La casa abandonada, las lluvias, pasaron fríos, la azotaron soledades,
se anidaron en ella, las ventanas están conservadas a pesar del tiempo,
la cocina, el fogón listo para cocinar, el reloj sigue dando las horas,
la fuente, ¡ay la fuente! Con sus aguas cristalinas que bajan del
manantial Alma, las paredes sucias se ve que tienen capas de pinturas,
¿casita, no estás cansada de llevar tantos inviernos?

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