Era una chiquilla esa mañana cuando te encontré, esa risa jamás la
olvidé, esa boca se rió de mí, él no me reconoció al momento, pasamos
todo el día juntos, en la noche cuando llegamos a mi casa que me vestí
como una mujer, él se quedó deslumbrado de mi belleza, vi que yo estaba
grabada en esos ojos, quería que me pagara su traición y yo reírme de
él, pero lo seguía amando, él se fue amándonos, la deuda está saldada.

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