Esa noche me dejaste sola, atónita sin comprender qué pasó la brisa,
gemía las aguas del rio, susurraban de mí, el aroma a jazmines se
esfumó, las rosas se durmieron, las gotas de lluvia caían con fuerza en
el cristal que se rompió cómo mi alma, mi corazón, las gardenias
lloraban.
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