El alma sensible como la mía logra escuchar la música del alma, de la
poesía, me la susurra en mis oídos, poeta, creí que me habías olvidado,
hoy te fuiste a ese lugar desconocido y me hiciste ver que no me habías
olvidado, de que manera te debes haber reído al ver cómo se me pegó el
pedazo de periódico en mi pecho, de repente llegó esa brisa, en la plaza
sabia que algo tenia que leer, poeta, volveremos a vernos para que
sigas escribiendo para mí...
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