El frio me carcome el alma, momentos fugaces, todo se va
desvaneciéndose, como olas insignificantes me quedé anonadada, me puse a
construir unos versos, fui al río, en él siempre nado, me dijo, sabes
que tú misma te engañas porque estas aguas te recuerdan otras que te
acariciaron, que tú nunca olvidaste, le respondí, ¡carajo, es cierto
para que forzar un sueño!

No hay comentarios:
Publicar un comentario