El reloj marca la hora en el infinito, cómo apaciguar mis ganas de
verte, de aprender entre vientos de cambios y sombras, de letras rodeada
de una paz que no conozco, ninguna hoja sobrevive a las estaciones, yo
como una hoja caeré en un solitario callejón, me pisaran, gritaré al
mundo qué cruel eres.

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