viernes, 29 de julio de 2016

Fango.

Dictador, me torturaste, me amargaste la vida, me arrojaste al fango no me hundí, en él caíste, en él te tendí la mano cómo pude te saqué llorando desconsolada, ese día te diste cuenta que tu odio estaba aquí cómo una enfermedad, hoy ese odio se descongelo como una panela de hielo y sentiste la verdad, que estaba aquí en tu corazón y tú cómo un imbécil no te diste cuanta que lo que te cegaba era tu odio.

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