En la vida hay muchos caminos pero a mi la vida me enseñó la senda que
tenia que seguir para llegar a ti y como las perras olí el hedor de tu
odio y me alejé, pero la maldita vida me empujó a tus brazos, ¿por qué
la vida me condenó en esta cárcel sin puertas? Con las alas rotas mi
corazón no tiene respuestas, creo que las tiene pero las esconde en cada
letra.

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