Me despedí de él en la estación de las letras, él me dijo que no se
iría, que podía pasar la noche mirándome, le respondí; no, regresa, el
tren está por pasar, nunca volverá a pasar por este pueblo, se fue, me
dijo; volveré, pasaron los años, me asome a la ventana porque oí unas
voces, unos gritos, volvió el tren, me quité el delantal y corrí porque
él estaba asomado en la ventanilla del tren, llorando decía, con mi
deseo te atraje a la estación de las letras.

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