Doncella.

Vestida de blanco como una reina caminaba por el Olimpo la doncella, los dioses la deseaban, las diosas celosas hablaban entre ellas cómo destruirla, la pobre doncella sabe cual es su destino, al dia siguiente vio que en su armario no estaba su ropa, la doncella no les demostró nada, se calzó su vestido modesto que le dejaron, se pintó sus labios, cuando las diosas la vieron se rieron de ella, callada se lavó los labios, jamás se pintó, no hizo nada que molestara a las diosas, los dioses no la miraban más, pasaron unos años, un día se miró al espejo, se asombró, esta soy yo, no solo la vejez pone fea a uno, el maltrato, la autoestima baja, pensaba la doncella y lloraba, quisiera poder retroceder el tiempo.