sábado, 26 de marzo de 2016

Enojada.

Los vientos no cesan están celosos como yo al verte con otra, me dicen: ¡déjalo!. La lluvia está enojada me grita; ¡NO LO PERDONES! El frio cala los huesos, me susurra: abrigate, no extrañes su calor. Las rosas me murmuran sus secretos y me dicen: una rosa como tú no debe llorar. La felicidad me dice: déjame curar tus heridas. Contó mis cicatrices y contó cuántas veces la necesite. Se quedó viendo y me pregunto: ¿por qué no me llamaste?

No hay comentarios:

Publicar un comentario