Veo el parpadeo de las luces, el barco va llegando al muelle, nadie me
espera voy al caserón donde me acompañan los fantasmas, soy como una de
ellos
silenciosa veo en la oscuridad y oigo como los animales. Tuve
que aprender para no molestar a nadie, ¡soledad llegamos, dame la
mano! Nadie me dio unas migajas de compasión.

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