La tarde se oscureció, las nubes negras corren con furia en el
horizonte, la lluvia casi doblaba a los arboles, los ríos se
desbordaron, el viento ululaba entre las peñas, así fue la primera
tormenta de mi vida que quedé con las manos vacías, al perder mi tesoro
comprendí que siempre estaría en medio de una tormenta con las manos
vacías.
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