Quiero escribirte con palabras del cielo, para decirte, que el día que
me arrebataron de tu lado me cambiaron el corazón por un clavel blanco
hermoso, no me despedí de ti, no lloré, madre ese clavel lo riegan el
llanto de los niños abandonados y las lágrimas que condené a no salir,
solo riegan el clavel.

No hay comentarios:
Publicar un comentario