Camino con zapatos de cristal, los copos de nieve caen a mi paso, te veo
en la lejanía, allí en la montaña cubierta de nieve, dos copos de nieve
se separaron uno le dice al otro, no me olvides te espero en el mar,
¡te amo! Me agaché, agarré el copo y lo dejé rodar, levanto su mano,
gracias aquí está tu amor a tu lado, yo puedo verlo. Me asombró que me
dijera eso.

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