Los caballos salvajes corrieron toda la noche por la llanura, las plumas
del amanecer marcan tus iniciales en el cielo, las flores ahogadas de
rocío y yo de recuerdos, ya no oiré a los caballos salvajes corriendo
por la llanura, ni estaré pendiente de quien tiene tus besos, porque
donde estás no me roban tus beso

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