Estaba tendida como un cadáver, el viento de la melancolía me derrumbó y
sombras de soledades, vi a el sol, muchas veces le pregunté: ¿qué te
motiva a brillar con tanto amor? Un día me respondió: Tú también
brillas, estás hecha de polvo de las estrellas, ¡anda levante de aquí,
que pareces una muerta!

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