A mi amor lejano, me hace música extraña su ausencia, no leerá mis
poemas, un día se cruzaron nuestros caminos y se fue como un río desvía
su cauce y nunca jamás se volvieron a juntarse, este poema breve pero
profundo a su recuerdo.
miércoles, 29 de abril de 2015
martes, 28 de abril de 2015
lunes, 27 de abril de 2015
Los pájaros vuelan y de repente llega la lluvia y se mojan, los miro
con mi corazón de porcelana, con mi pluma viajera escribo, los
pajarillos llegan a sus nidos y se acurrucan, y yo en mi sillón para ver
la lluvia.
Navegábamos en el mismo mar, nuestras almas unidas por el cielo,
sintiendo los latidos de nuestros corazones fundiendo nuestras almas, un
día el mar agitado nos llevó lejos uno de otro y aquí en las
profundidades del mar jamás logré salir.
Volé al cielo secreto y aquí en el puente me posé y cayo el velo entre
tú y yo, corrí a tus brazos y nos cubrió la neblina, la brisa dejando su
aroma de flores en mi cabello, que él me acariciaba, le pregunte, si me
amabas tanto, ¿por qué no regresaste? Él me respondió, los celos me
cegaron, ahora que soy libre corrí a tus brazos.
Mi amor es una quimera, me susurras tu amor, te siento en el viento,
mi corazón te evoca en sus silencios y me hablas y vivimos este amor
eterno, entre el velo.
Me resisto a callar tu nombre, llora la aurora, entonces recuerdo que no
me amas, oculto mis lagrimas, tu desamor me hiere, mi poesía indomable
como el viento no puedo atarla ni puedo ponerles anclas, se va, vuela
con alas de cristal.
La puerta está abierta y recuerda que las aguas estancadas apestan,
olvídame, hoy me despido de ti con un verso escrito con mi pluma de oro
plasmado en este papel especial.
domingo, 26 de abril de 2015
Mar, la tarde se desvanece, entre los suspiros de la brisa que me
acaricia, en el horizonte el sol como un disco de oro me encandila. ¡Oh
sol! La nacarada ola me salpica, danza mi alma el purpura de un bello
ocaso, me sumergí en el mar con sus aguas tibias.
Quiero que en mi corazón reverdezca la esperanza y regarla para que
baile en un paraíso de colores y yo flotar etérea en cualquier espacio y
que los destellos como pequeñas estrellas se vean a plena luz.
Yo no maldigo, solo me cobijo bajo el sol como un ave malherido, con mi
soledad que hiela mi cuerpo y el silencio como un puñetazo, quiero salir
de esta situación en que me encuentro, las horas se van cuando el reloj
deje de pasar el ultimo grano de arena, voy a dormir
Eterna soledad, deambulo entre la muchedumbre, no quiero esconder mi
mirada, ni que me digan cobarde, ahora somos dos extraños, me alejé sin
rencor, me dejó de querer, todo termina en esta vida, otra experiencia
para él y tal vez una para mí.
Me encanta la libertad, pero hubo momentos que ni mi mente era libre se
iba y cuando venía me enseñaba la verdad, por eso no me engaña un
pendejo, porque me guía mi alma.
Las hojas de otoño cuando las piso en vez de llorar, crujen porque cada
vez que te escribo lloro por ti, si tú no me amabas, que tonta soy,
¿qué hace el sol en invierno? Es abrigo de las tristezas y las noches.
La luna alumbra mis temores y me inspira.
sábado, 25 de abril de 2015
Es inútil que me ruegues que vuelva a la jaula, está abierta para la
partida, vuelo con mi alma de poeta, no me busques, ya no quiero esa
jaula de oro, ya aprendí a volar y a contarte mis penas al viento y él
me respondió que era libre.
Yo me embriagué con la derrota, te perdoné, entonces ¿quién te hizo
caer? Dime por favor ¿a quién le dolió que me desprecias? ¿Quién se
vengó de tu maldad?