Aún siento aquellas caricias furtivas que me hacían enloquecer, me
alejé, me envió una nota que decía, que sea feliz en tu nueva
residencia, enseguida regresé y él se fue del pueblo, nunca lo volví a
ver, pero esos besos jamás los olvidé, sigilosamente busqué esa mirada,
¡ah pero está en mi corazón!

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