lunes, 9 de febrero de 2015

Aprendí a leer las letras invisibles de la vida, a sentir las alegrías, rabias, tristezas de los lugares, por eso no me siento sola, todo me habla, bailo un vals ligera como la ligera brisa, el vals nunca acaba, me acompañan los ratones, las aves, los gatos uno está en el techo que está mareado de verme de bailar.

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