El amor de mi lado no se a ido porque me olvidaste, yo lo invité, ya
llegó, está aquí ocupando tu lugar, las cadenas que rompí se
transformaron en alas.
Mi refugio son mis escritos, los arreboles, el cielo fulgente que entra a
mi ventana, mi hastío oxidado no quiere irse, mis pasos tienen el ritmo
de una palmera movida por el viento, me rio de mis cosas, es el sol
fulgente.
Vi llegar la tormenta, me detuve, al verla sentí miedo, supliqué al
cielo, le pedí perdón por mis pecados, el fuerte viento me zarandeo y me
dijo, no tengas miedo, después de esta tormenta tus raíces serán más
fuertes, ¡sigue adelante, nunca temas!
viernes, 30 de enero de 2015
¡Amiga! Que poco te duro la felicidad con la joya que lucías con tanto orgullo, las joyas de oropel se dañan rápido.
Las nubes cabalgan sobre las montañas, mis recuerdos se han fugado,
escribo para que algún día encuentres mis escritos sobre hojas amarillas
y veas que nunca te olvidé.
Te vi desde mi balcón con ella, no sentí nada, me quedé paralizada al
ver que jugué a ser grande, ya no me importa el invierno, la primavera,
besos que no nacieron, palabras muertas, una huella en mi corazón que nadie pudo pisar.
Camino para calmar ese deseo de correr, sin destino llego al manantial,
recojo de sus aguas con mis manos, pero no me disipa la sed, sigo las
nubes, se van, quiero llorar, no puedo estoy cansada de todo.
jueves, 29 de enero de 2015
Nuestro encuentro fue fugaz, me quedé sentada en la roca frente al mar,
miro tus huellas en la arena hasta allá, se posan unas palomas en ellas,
quisiera convertirme en una estatua, para no sentir nada.
El me olvidó, yo estoy recordando aquellos días inolvidables que en sus
brazos pasé, en aquella primavera en mi jardín, las flores se mecían
alegres con la brisa, las aves cantaban en las mañanas, sola quedo yo.
Siempre esperé el viento para emprender el vuelo, siempre tuve miedo y
me paralizo, ¿si vuelo se abrirán tus brazos para sostenerme? Cuando lo
pensé ya me habías olvidado, me di cuenta que no necesito a nadie para
que me levante del suelo.
Los arboles hermosos, otros viejos cansados de soportar el calor, el
viento les lleva las hojas de los arboles hermosos, cuando las ven se
sienten tristes porque recuerdan su juventud, mis hojas también van cayendo y así como ustedes esperaré mi final de pie.
miércoles, 28 de enero de 2015
Una tarde navegué entre mis emociones negativas en el río de mi alma, me
senté en sus orillas y me quede mirándolas, como se las llevaba, desde
ese día se me abrieron puertas hasta donde no habían ¡soy feliz!
Mis manos te escriben sin pedirme permiso, cómo les digo a ellas que tú
no lees lo que ellas te escriben, cómo le digo a mi alma que no te
anhele, cómo le digo a mi boca que no puede besarte todo, cómo les digo a
mis ojos que no te van a mirar más, cómo le digo a mi nariz que nunca
más olerá tu aroma, cómo le digo a mi piel que jamás se fundirá en la
tuya. ¿Dime cómo les digo? Que no me quieres.
Nos despedimos sin pensar que era nuestra ultima cita, me quema este
deseo, esta ansiedad de tenerte, ya no existen mas citas, algún día nos
encontraremos otra vez, a esa si estaremos puntuales los dos, ese dia me
esperaras como siempre preocupado creyendo que no voy a la cita porque
te olvide y yo pendiente que no fuiste a la cita porque otra te retiene.
¿Por qué me celas? Si tú eres el dueño de mi corazón, bendita luna que
me hace soñar esta noche con sus besos, cuando el alba se asome estaré
en tus brazos saboreando tus besos
martes, 27 de enero de 2015
En cada letra de mis escritos se va una lágrima, un suspiro, un
pensamiento y van a ti, esta noche he venido a robarte algo de tu sueño,
oigo las campanadas del viejo reloj dando las dos de la madrugada,
camino hacia mi habitación, miro el cielo le pido un deseo a la estrella
fugaz, pero no te pedí a ti me cansé de esperarte.
lunes, 26 de enero de 2015
Estás tan lejos de mis ojos, de mi cuerpo, pero no de mis pensamientos,
como brisa imperceptible llevaste a mi alma, solo se de la tristeza,
volver a verte es difícil me robaste el corazón.
Navegando por el río en mi barca, miro los arboles, unos son viejos, uno
tiene una cicatriz en casi todo el tronco, pienso, amigo estoy contigo
yo también tengo una herida en mi alma, a ti las aguas desbordadas que
arrastran todo a su paso, a mí la gente con su desprecio a quien no
tiene nada.
No me olvidaras, estoy grabada en tus ojos, en tu piel con esas caricias que te hacen enloquecer. ¡Ah! Te reto a que me olvides.
domingo, 25 de enero de 2015
El ocaso, el barco al otro lado, en las montañas, la lluvia, el río
gime, lluvia sobre el desierto, olor a hierba quemada, una senda hasta
el puente donde me esperas y allí nuestras almas desde el velo nos
amamos.
A las manos que escriben desde mi alma le fluyen las palabras, como las
aguas a los ríos caudalosos que le pasan y el no las recuerda.