Allá en el infinito vi llorar a una estrella, me acerqué a ella, le
pregunté ¿por qué lloras? Me respondió, porque te vi llorar y te
acompañé en tu dolor. Me asombré, ella me dijo, ¡no te asombres! Eres
una estrella, no llores más, aquí estoy ayudándote para que sigas
adelante.

No hay comentarios:
Publicar un comentario