martes, 2 de septiembre de 2014

Miro las nubes que vienen, a lo lejos la casa pequeñita al irme acercando se agranda y puedo ver sus tejas, sus dos ventanas, el árbol frondoso en su patio, el camino se hace mas angosto, al acercarme los perros corren detrás del caballo, se asoma a la puerta un señor, me saluda y llama a los perros, que detienen su carrera, al fondo la montaña majestuosa de manto verde, sigo hacia la montaña y se divide para dar paso al rio, de aguas cristalinas, me bajo del caballo y lo dejo que se acerque a sus orillas mientras me quito la ropa oigo ruidos, entre los árboles veo un ave pequeña de un amarillo intenso en el pecho y abdomen y la cabeza negra con una franja blanca, llegan más y cantan cristofué, cristofué, cristofué, ellos son amigos del hombre, parece que buscan su compañía, andan en parejas y besan sus picos, están en el árbol que esta a la orilla del rio, nado un rato, las aves alzan su vuelo, las veo alejarse con su canto cristofué cristofué cristofué, salgo del rio, me visto y regreso por el mismo camino, al pasar cerca de la casa salen los perros otra vez, pero ahora no hay quien los llame y recorren un trecho acompañandome con sus ladridos. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario