sábado, 19 de julio de 2014



A la ciudad la divide un río, sus calles anchas, sus casas antiguas. Cruzo la calle, voy a una cafetería y hay una rosa roja como mis labios, una fuente, de ella cae agua, que curiosa la veo correr, tocan una balada, me tomo una taza de café, abrigada hace mucho frío.


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