La Cerdita Tobe
Morella de Román
En medio del bosque venía una cerdita, estaba cansada de tanto caminar, se sentó bajo un gran árbol a descansar, sobaba sus pies, cuando de repente se le montó en el hombro una ardilla llorando, la cerdita se sorprendió al verla.
—¿Por qué lloras? —preguntó la cerdita, la ardilla no podía responder del pesar, la cerdita la animó para que hablara, daba pequeños golpecitos en la espalda, la ardilla entre sollozos.
—Van, van a talar, to... todos los arboles del bosque —respondió lamentándose.
—Amiga no llores, no han empezado aún, cuando veas que los talan, llora, ahora no, puede suceder algo que impida que lo hagan —respondió la cerdita Tobe, para animarla, pero realmente pensó «Solo un milagro salvara al bosque de que lo conviertan en una ciudad» la ardilla al escucharla dejó de llorar.
—¿Tú crees? —preguntó secándose las lágrimas.
—¡Claro! No llores, verás que tengo razón
—Cuál es tu nombre? —preguntó la cerdita.
—Adi —respondió la ardilla.
—¿Y el tuyo? —preguntó Adi, la ardilla.
—Tobe —respondió la cerdita.
—Que nombre tan raro —dijo Adi.
—Mis padres me contaron que cuando estaba chiquita me veía en el espejo y decía Tobe, les hacía gracia escuchármelo decir y me lo colocaron, cuando ya hablaba más claro, me preguntaron qué significaba, se sorprendieron al escuchar que Tobe era «Toda bella» mis padres se rieron porque tenía razón.
—Que coqueta eres y que amorosos son tus padres amiga —dijo Adi.
—¿Y el tuyo? —preguntó Tobe.
—Es porque sacaba la manito de la cuna y le decía adiós a mi papa. —Tobe sonrió.
—¿De dónde vienes tan elegante? —preguntó Adi a Tobe..
—Vengo del otro lado del bosque, busco esta dirección —respondió Tobe.
—Sigue por el sendero, encontraras un claro y allí a la derecha, al final del camino está el teatro —respondió la ardilla.
Tobe agradeció a Adi y se despidió de ella.
—Amiga vas a ganar, vi pasar a varias cerditas y no son tan bonitas, ni elegantes como tú y lo principal me vieron llorar y ninguna se detuvo a preguntarme ¿Por qué lloraba? —comentó Adi, Tobe se río y no respondió al comentario que hizo la ardilla, no quería subestimas a las otras candidatas.
—Adiós amiga, de regreso paso por aquí para ver cómo sigues —Caminó elegantemente, no había avanzado mucho, cuando la ardilla corrió detrás de ella.
—Tobe de regreso el señor tigre te puede llevar a tu casa, tiene una canoa, cuando se acerque a la orilla del río le digo —dijo la ardilla.
—Está bien Adi dile —respondió Tobe.
La cerdita caminó por el sendero antes de llegar al claro pensó «creí que era más cerca» al fin llegó al claro y se dirigió a la derecha, se alegró cuando vio el teatro, afuera estaban reunidas otras cerditas, Tobe pensó «la competencia va a estar reñida, hay muchas chicas lindas» miró el teatro, pensó «es majestuoso» la sacó de sus pensamientos una de las concursante que gritaba porque se le cayo el tacón del zapato, Tobe corrió hacia ella.
—Eso no importa, pintate las uñas, con zapatos o sin ellos las cerditas somos lindas —comentó Tobe,la cerdita sonrió, se dirigió a la entrada del teatro que habían unos escalones, la cerdita se sentó en uno y las demás concursantes la taparon, se pintó las uñas le dio las gracias a Tobe y entraron todas al teatro, se sentaron a esperar que las llamaran para concursar.
Mientras tanto al ardilla corrió a la casa de una de las hadas y le contó de su encuentro con Tobe.
—Hay que ayudarla, voy a preparar un hechizo —respondió Diadema, cerró los ojos.
—Adi tu amiga no necesita de mi, ella va a ser la ganadora del casting y no solo eso va a ser una cantante famosa. —La ardilla Adi se emocionó, se despidió de Diadema y fue a su casa en el gran árbol para hacer sus quehaceres y deseaba que pasaron el tiempo rápido para volver a ver a Tobe.
En el teatro todas las concursantes estaban nerviosas, les entregaron el guion, Tobe lo leyó, pensó «tengo que dejar los nervios y mostrar seguridad» cuando le tocó su turno, Tobe llamó la atención del jurado desde que llegó, su vestido de acuerdo para la ocasión, su maquillaje y su actuación fenomenal, ganó, todas la abrazaron, felicitaron y salieron a celebrar, en un club la orquesta empezó a tocar, Tobe cantó, el galán que bailaba con ella, le dijo a los de la orquesta para que Tobe cantara una canción, cuando empezó a cantar todos se acercaron a verla y decían.
—¡QUÉ BONITA Y LA VOZ ES ESPECTACULAR! —Todos tenían sus miradas puestas en Tobe.
Casi en la madrugada llegó al hotel, estaba cansada se fue directo a dormir, Tobe se despertó temprano, pendiente porque tenía que pasar por la casa de su amiga Adi, para ver como siguía y ver como solucionaban el problema de los que querían invadir el bosque, se levantó, preparó su baño, mientras se enjabonaba tarareó una canción, salió del baño con una toalla como un pareo, se vistió rápidamente, se maquilló y salió en búsqueda de su amiga, caminó hasta el gran árbol.
—¡ADI, ADI, lDA —llamó Tobe, Adi se asomó a la ventana despeinada.
—¡Ya bajo ami! —respondió alegre la ardilla.
—Adi apurate, no podemos perder tiempo —dijo Tobe.
Adi bajó del árbol.
—Vamos a buscar a todas las hadas del bosque —dijo la ardilla.
Las dos caminaron, Tobe miró a su amiga.
—Adi arreglate el cabello, que parece que vino un ventarrón y casi te arranca el cabello —dijo Tobe, sonrió al ver a su amiga .
—Mejor ami, así me ve el invasor despelucada y se asusta —respondió Adi.
—Va a salir corriendo, madre susto que le vas a dar —respondió Tobe, las dos soltaron unas carcajadas.
—Ami esa es la casa de Diadema. —Le mostró la ardilla.
—¡Qué bonita! Tiene forma de calabaza —respondió Tobe.
—Vamos entremos a la calabaza —dije Adi, ya Diadema sabía que las amigas iban y había convocado a todas las hadas.
—Siéntense que al llegar los invasores comienza la fiesta. —Están frente a una pantalla del tamaño de la pared, Diadema hace un movimiento con la mano y se enciende.
—Miren ya comienzan a llegar los taladores y aquel de camisa azul es el que quiere quitarnos el bosque. —En eso aparecen en la pantalla una manada de elefantes, se ven tan cerca.
—Ayyyyyy —gritó Adi.
Llovió torrencialmente, volvieron a sus cauces los ríos que hacia años se habían secado.
—¿Se va acabar el mundo? —preguntó Adi.
—No Adi, es magia, ellos si ven todo eso como real, pero nada existe —dijo Diadema, Tobe y Adi miraban alegres como todos huían.
—¡Salvamos el bosque! —dijo Diadema, todas las hadas, Adi y Tobe aplaudieron.
—¡VIVA EL BOSQUE! —gritaron alegres, después de celebrar que el bosque estaba a salvo, se despidieron y Tobe con Adi fueron al río, Tobe abrazó a Adi, le prometió volver a visitarla, se montó en la canoa del señor tigre, Adi corrió por la orilla, miraba como se alejaba, mientras Tobe agitaba su mano para despedir a su nueva y simpática amiga, se fue a su casa con el señor tigre a buscar a su familia.

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