Miro al horizonte, me siento a esperar y la barca viene vacía, mi alma viuda te llama, las violetas las estrujo contra mi pecho, ¿dónde estás sientes mis besos, sientes que te llamo? Las palomas en la orilla del mar.

La flor silvestre ama al campo, las aves de mi pecho salen a llevar por el mundo mis poemas y me quedo sola con mi locura.

Mi vida es un sueño, llevo una luz que alumbra mi camino para ver las cosas diferentes y nunca veo la bruma del olvido para poder plasmar en mis poemas el pasado, lo invisible, lo tangible, mi pluma es incansable.

El viento juega con las hojas de los arboles, tú con la otra y yo solo me rio de los dos.

Cuando escribo las palabras sobrevuelan sobre mí, oigo sus murmullos que dejan a sus pasos y yo matizando los colores de mis poemas, los rosas, rojas los violetas, en mis pensamientos hay un mar en calma.

Sumergida en este abismo, en cada página de este libro quedan plasmadas muchas lagrimas deslizándose hacia el mar, quedaron recuerdos que viven en mí y si quedan los sentimientos, después de la muerte seguiré amándote.

 

 

Descalza, las manecillas de mi alma, van marcando las horas en este invierno donde se pierde mi ilusión en este lugar olvidado, miro ver morir a la nada.

Atrapado en mi imaginación y yo en la tuya, eres mío y yo tuya, nuestras almas unidas, vamos por el mundo manejados como marionetas en un mar de olas vanas, un camino invisible que solo nosotros vemos.

Distancias suspendidas, letargo de llanuras marchitas, caminos desiertos, yo soy niebla en esta noche.

La tarde está gris, el ave vuela cerca de mí, vuelve a venir hacia mí, le pregunte ¿a qué juegas, vienes a endulzar a mi corazón? El espanta pájaros de lejos parece una persona, si el sol hablara cuántas cosas me contaría, con el agua de la lluvia te voy a escribir en el cielo tu nombre.

Cae la tarde, sopla la brisa, mi pluma escribe versos serenos y cálidos, en ellos te bajare el cielo y yo como una estrella te alumbrare tu camino.

En las margenes del río, llamado nostalgia, pensando en tus palabras, sigues acariciándome en mis silencios, dibujo tus labios, las perlas de tu boca en un poema.

Tan clara y negra la tarde, quiero plasmar lo que siento, cuando te vayas cierra la puerta, llevate tu odio, no me recuerdes, que yo voy a vivir hasta que me muera.

Soy un río que nadie conoce, boca que nunca se ha rendido a un beso, manos como alas heridas que solo escriben, garganta que nunca ha gritado un te amo, lagrimas que se disfrazan, versos mudos.

Navego entre versos y poemas, la primavera llegó a mi balcón, las golondrinas se posan en la fuente, mis sabanas te olvidaron, sueño contigo, mi alma se me encoge, mi corazón se revuelca por lo celos.

Cuando el diablo me traiciono, la vida corrió con sus consejos, me despejó el camino, exploré los rostros, oí el estrépito de las palabras y abrió la puerta de mi imaginación

Nos dimos cuenta tarde que compartimos nuestros abandonos, soledades y llego el momento en el que tanto peso nos aplastó, ahora miro hacía atrás, quién fui en ese tiempo.

Empece a escribirte, pero no pude seguir porque mis manos te acarician.

Corre la ardilla por la grama, las olas muerden a la arena, el gato juega con el ratón.

No lloro, no quiero que me desnude el alma una lagrima, me arrancó el corazón, me aferraba a él, me quedé en la arena, escribí, ¿qué es poesía? Dolerme el alma, gritar mi dolor, ponerle nombre a lo que no tiene, reír, cantar en silencio y que el viento se lleve mis sentimientos.

Fríos vientos del otoño, si pudieran mis pies seguirte, las flores marchitas, las lagrimas al brotar son torrentes, estoy en un mundo real y sin embargo solo toco los sueños que vacío en papeles, el mundo gira y siento sus dolores de parto, cada contracción viene con un temblor o el despertar de un volcán.

Surge en mí el deseo de tener una ilusión para arrancar las paginas del libro de mi vida y ver si puedo borrar lo que aquí se escribió.

Los suspiros vuelan llevándote un poema a tu corazón y tú me lo devuelves con tus pensamientos tocándome el alma como mariposas que emigran a mi cuerpo y me hacen sentir tus caricias

Oigo acordes de guitarras, un perro ladrar, ojala estuvieras en mi cama, aromas de rosas, si me muero queriéndote, sigo amándote y soñando con acariciarte.

 Cómo decirte que sueño con tus caricias, que como luciérnagas danzan en mis deseos.

Tu recuerdo me ata con fuerza a las sombras gélida, derrota que escondo bajo el antifaz, sacate ese disfraz, me dice mi alma, no, no quiero quitármelo, no quiero que me vean vencida, le respondí: ah también para ver si veo a la vida cara cara para decirle, ¡a que no me conoces!

Quiero fugarme descalza debajo de la lluvia, jugar con ella y tocar el cielo, mi alma te escribe un verso desde esta cárcel sin puerta, la soledad me acecha con su puñal que me hiere, mis ojos cansados de buscarte, aunque sé que nunca jamás te veré

¿que no me quieres? Carajo pero que falta te hago.

Ruge la marea, las olas se revuelcan en el malecón, sentimientos que se liberan vienen a mi mente, el misterio de la muerte, observo la puesta del sol, hago confesiones en una hoja de papel, levanto mi mirada al cielo y le pregunto ¿dónde está Dios?

No leas la nota de despedida, tú no sabes de dolores, feliz tú que nunca has amado, en el fondo de mi alma hay ruiseñores, golondrina,. palomas mensajeras, que vuelan por el mundo contando mi historia, de que no me quieres.

Eres el faro en el mar de mi alma desaparece el barco, solo mar y cielo.

Cuéntale a ella que deje mi huella en tu corazón y que en tu cuerpo llevas mi molde, en tu mente mi nombre.

Todo lo perdí, pero no me importa, ya estoy acostumbrada a renunciar a todo, camino sobre las nubes, es decir perdono, cierro los ojos y me pierdo en el follaje de mis parpados y una música de lejos me llega y mi alma canta.

En los brazos del recuerdo voy en busca de tus palabras, que vuelan como mariposas fantasmas, quiero mirarte para que veas la herida que está matando a mi corazón, el mar extrae el verde de la esperanza, margaritas tristes que el tiempo secó

la primera vez que te vi, no fue amor a primera vista, yo te presentía y lo sé, que tú a mi también, me lo dice tu mirada cargada de pasión, llevas en tu cuerpo el molde del mío, tus manos me acaricias con caricias inventadas para mí, los besos de fuego que me hacen enloquecer, tu corazón y el mío danzando en el espacio.

Soy una rosa con muchas espinas, cuidate de mis espinas, que yo me cuidare de tus traiciones.

Recorriste el mundo y pensaste que estaba como Penelope tejiendo esperandote ¡Te equivocaste!.

Si tú lloras yo lloro más por ti y te amo más que ella, ese es el destino que la vida nos dio, vamos jugamos igual.

Dame tu silencio y yo te acariciare con sonrisas, yo te deshielo tu corazón, te regalo mis labios sedientos, no dejes que se mueran las caricias, vas a saber que has vivido cuando me ames. ¡Viva la alegría!